domingo, 18 de agosto de 2013

Inocencia inteligente

    De paseo por el monte, nos cruzamos una pareja con una niña pequeña, de unos seis años. El hombre le dice que por allí hay hadas y gnomos. La niña, al escuchar esto se para, se da la vuelta y le pregunta: 

   -¿De verdad?
   -Sí, porque en estos bosques es donde vivían las hadas y los gnomos.

   Entonces ella, con un tono bajo y pausado, que demuestra la mezcla de emociones que le supone oír algo inverosímil que proviene de alguien adulto en quien confía plenamente, algo que se resiste a creer, dice:

   -Pero las hadas... Nunca se ven...

   Luego siguieron adelante y ya no oí más porque la mujer, que iba por detrás, se paró a preguntarnos por el recorrido del camino del que veníamos.
 
 
    Me conmovió la niña. Sentí cierta tristeza solidaria por ella. Por tantos como ella.
    

ESCUCHAD, RIDÍCULOS ADULTOS. ¡EL REY VA DESNUDO!




   Va por ti, pequeña.