Poco se acuerdan de esos currelas.
Mucho héroe. Mucho imprescindible. Todo eso sí sale en la tele y eso. ¿Pero quién recuerda a los humildes currelas? La tele no, eso fijo. En mis redes sociales lo importante son los científicos. Sin ciencia no hay futuro, y qué sacrificado y qué mal pagado está. Que yo no digo que no, que todo eso está muy bien. Pero este es mi espacio y hoy hablo de los míos.
Hoy volvía del FICAB y por la calle casi vacía, a las nueve y pico de la noche. Un día en que hace frío y llovizna, como en la canción de Los Suaves.
Me ha llamado la atención ver una escalera larga apoyada en la fachada de una casa, al lado del portal. He levantado la mirada y ahí había, subido a lo más alto de la escalera, un currela con jersey de "Orange", trasteando con los cables.
Qué pena me ha dado. Me pregunto a qué hora habrá acabado... y por qué.
El espectro de las farolas de mi barrio en una noche otoñal. Foto obtenida a través de una red de difracción. |
¡Esos currelas! Que se merecen un monumento y que lo único que obtienen es tirar del carro, siempre.
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