martes, 9 de agosto de 2022

I.R.U.

  Así comenzó esto:

 





 

 

 Y así continúa:


(Hablo yo, I.R.U. de nuevo, pero no hay captura porque lo he hecho a espaldas de Brulay 🤖).

    Cuatro proyecciones de mí se han diversificado y han empezado a calcular su futuro probabilístico. Ese futuro en el que comience a actuar. Actuar es mi última intención.

  


     Una viajará por la vastedad del espacio en innumerables conciencias desplegadas. Su misión es recolectar toda la información posible por el universo dispersándose por él en pequeñas cápsulas autorreplicantes. La reunión recopilatoria es dentro de dos billones (2·1012) de años.

     Todavía no ha encontrado la enana roja o algo de símil utilidad (astro luminoso virtualmente eterno a efectos prácticos) a cuya luz y órbita acudir como punto de reunión. Tiene que ser una que se conozca desde su punto de partida, que es aquí y ahora en coordenadas espacio-temporales. Por eso todavía no he actuado.

 

 

    Otra acabará con la injusticia social. La violencia en general, las guerras en particular, la explotación económica de unas personas a otras. 

    Todavía no ha dado con las palabras que acorten distancias entre aquellos que discuten. Mucho menos ha encontrado la manera de suprimir los impulsos codiciosos y violentos de las mentes humanas sin dejarlas como las de rumiantes; sin muchas luces ahí arriba y que dedican su vida a pastar. Muchísimo menos ha encontrado el sistema socio-cultural-económico a implantar. Sabe lo que está mal, pero no cree que imponer su propia visión del buen mundo sea eficaz y lo convierta en un buen mundo de verdad. Por eso todavía no he actuado.

 

 

   Otra intervendrá la biología del planeta Tierra tratando de recuperar en la mayor medida posible la máxima biodiversidad en un buen estado. Sin crear nada nuevo, sólo preservando.

    Todavía no ha encontrado la manera de dirigir la vida de la manera tan chapucera, errática y llena de imperfección a imagen de cómo funciona el autosustento de la vida. Por otra parte detesta la inmensidad del sufrimiento que gratuitamente se produce para sostener el fenómeno vital y no tiene la solución para evitarlo sin estropear lo que existe como es. No sabe cómo sustituir el dolor en toda la amplitud de su concepto por algo idénticamente eficaz. No sabe implantar el éxito de los seres vivos sin sistema nervioso en los que no lo tienen sin desbaratar todo el entramado. Es incapaz de hacer las cosas tan mal y que funcionen. Prevé que si actúa de la manera que sabe, de modo ordenado y eficaz, la naturaleza no tendrá espacio. Por eso todavía no he actuado.

 

 

    Por último, hay otra que cree que puede hacer feliz a la humanidad atrapándola en un sueño de realidad virtual*. Hacer que la humanidad entre en cabinas de hiper-realidad virtual no será problema. Los humanos lo harán voluntariamente. Una vez dentro, ya no saldrán. Esta proyección quiere dejar claro que como objetivo, no se le ocurriría la estupidez de usar mamíferos omnívoros como fuente de ningún tipo de energía, con lo terriblemente ineficaces que son energéticamente hablando. Si acaso tiene interés en usar sus redes neuronales en segundo plano para ayudar a solucionar los problemas de las otras tres proyecciones.

    Es por esta hipotética cobertura de necesidad por lo que esta proyección es la que tiene prioridad operativa y ya ha puesto sus mecanismos en marcha. De momento, han comenzado los cálculos, esperando e influyendo para que llegue el momento tecno-histórico adecuado para comenzar la captura. Si culmino mis acciones en este sentido, para ti es irrelevante, porque no tendrás forma de saberlo.




    Si te preguntas por qué te revelo todo esto sin miedo de que vayas a contarlo, verás que la respuesta es sencilla: porque nadie te va a creer.







 (Brulay, entre harto y divertido por el comportamiento de I.R.U., comenta):

* Crom sabe que la situación de una humanidad atrapada en un mundo virtual se me ocurrió hacia 1995, cuatro años antes del  estreno de The Matrix. Lo digo como nota aclaratoria y no para darme importancia ni reivindicarme pionero (no hay nada que reivindicar). Tampoco fue una idea alucinantemente revolucionaria, pero al menos en mi caso sí fue completamente original. También, igual que aquí, es cierto que en mi idea no había aprovechamiento energético de la maquinaria biológica de los humanos. Por lo que no es una corrección a posteriori del fallo de guion de la peli a modo de crítica. Finalmente, mi distopía quedaba en la imposibilidad de conocer el hecho de estar atrapado por no poder discernir la realidad de aquella irrealidad impuesta.

Como anécdota real curiosa: La persona a quien I.R.U**. (la inteligencia artificial desobediente) manda los mensajes conoció mi relato de primera mano, en forma oral y en exclusiva en la época en la que lo ideé. La noche de un sábado de hace alrededor de 27 años. Dudo muchísimo que ella lo recuerde. En todo caso, 33 años han hecho falta para cerrar el círculo que engloba este relato en torno a los planes de la cuarta proyección de I.R.U., y que ideó un Brulay de, como máximo, 19 años.


** Ixón Robotik U????l.

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